Las sospechas vienen de tiempo atrás: en mayo del año pasado, la compañía desconfiaba de Bing porque en sus búsquedas arrojaba prácticamente los mismos sitios que Google muestra cuando algún usuario hace las consultas con faltas de ortografía.
Otro indicio que soporta la acusación: en octubre pasado, la compañía detectó un aumento notorio en 2 indicadores clave de competitividad entre buscadores. Mediante un amplio rango de búsquedas, Bing mostró muchas más coincidencias con Google que en los meses precedentes.
Además, se registró un aumento en el porcentaje de veces en las que los 2 buscadores muestran un mismo sitio en el primer lugar de la consulta. Esto dejó ver que Bing había reformado su algoritmo de búsqueda y quedó muy similar al de Google.
Frente a la vigilancia de Bing, Amit Singhal, investigador de Google que supervisa algoritmo de clasificación del motor de búsqueda, le dijo al analista de búsquedas en la Web Danny Sullivan, del sitio Search Engine Land (inglés): “He pasado mi carrera en pos de un buen motor de búsqueda. No tengo ningún problema con la competencia y el desarrollo de un algoritmo innovador. Pero copiar no es innovación“.
Hasta el momento, Microsoft no ha hecho un pronunciamiento oficial acerca de la acusación de Google. Sin embargo, tampoco ha negado la afirmación. El director de Bing, Stefan Weitz, le envió un correo a Sullivan según el cual el motor de búsquedas de Microsoft utilizan señales múltiples y diferentes enfoques cuando se realiza el ranking de la consulta, “pero al igual que el resto de los jugadores en esta industria, no vamos a profundizar y detallar en cómo lo hacemos”.
“Claramente, el objetivo general es hacer un mejor trabajo para determinar la intención de la búsqueda, para que podamos adivinar la mejor respuesta y la más relevante para una consulta determinada”, señaló Weitz.
La investigación secreta de Google.
Por los hechos mencionados, la compañía se ingenió una operación secreta y trabajó en un código que nunca había usado, que le permitiría clasificar manualmente un sitio en la Red por un período determinado (es decir, crear resultados manualmente y no con el exitoso algoritmo de Google). Creó 100 búsquedas que llamaron ‘sintéticas’, con términos poco buscados. Con el código activado, algunos resultados considerados como pobres aparecían en primer lugar, de una manera poco natural, pues no había nada relevante en ellos.Ahora, si Bing arrojara ante esas búsquedas los mismos resultados, Google confirmaría sus sospechas. Si los resultados fueran los mismos antes del experimento, podría tratarse solo de paranoia del gigante de Internet frente al gigante del software.
El 17 de diciembre, 20 de los ingenieros de Google empezaron a ejecutar búsquedas en computadores portátiles desde sus casas utilizando Internet Explorer, con los sitios sugeridos y la barra de herramientas de Bing habilitados. El 31 de diciembre, como un regalo de fin de año, los resultados de Bing empezaron a ser exactamente iguales a los que artificialmente se habían definido en Google. Era la prueba reina.
¿Está Bing robando o cometiendo algo ilegal? Sullivan, experto en estos temas, claramente señala que no, aunque señala que esto no es juego limpio.
Bing da la cara y contraataca.
Harry Shum, vicepresidente corporativo de Bing, respondió a las acusaciones, que llegaron justo cuando se encuentra en un congreso sobre el futuro de las búsquedas. En el blog oficial escribió:“Usamos más de 1.000 diferentes señales en nuestro algoritmo. Una pequeña pieza es la ‘clickstream data’ (datos de secuencias de clics), que obtenemos de nuestros usuarios, que deciden compartir datos anónimamente mientras navegan en la Web, con el fin de ayudarnos a mejorar la experiencia de todos los usuarios. Para ser claros, aprendemos de todos nuestros usuarios”.“Lo que vimos en toda esta historia fue un truco de espionaje novelesco para generar resultados atípicos. Fue una táctica creativa de un competidor (…). Pero no refleja con precisión cómo usamos los datos de nuestros usuarios para mejorar su experiencia”, contraatacó Shum, reiterando que lo principal en un entorno competitivo como las búsquedas son los usuarios. “Creemos que las búsquedas necesitan hacer más por los usuarios. Este es el principio guía como abordamos nuestro trabajo cada día”.
¿Aceptarán los analistas, los medios y, sobre todo, los usuarios, estas explicaciones? Como sea, la llegada de Bing al antes poco competido terreno de las búsquedas lo dinamizó, llevó a Google a acelerar la innovación y hasta nos da para novelas como esta. ¿Quién cree que tiene la razón?