La actualización del iPhone a su quinta versión respondería a circunstancias similares a las que ya concurrían en la actualización del iPad original por el nuevo iPad 2. En el caso del iPhone 5 el primero de todos sería el tamaño de la pantalla. Sus rivales más aventajados ya superan con creces las cuatro pulgadas, y Apple debe dar respuesta a esa inquietud.
iPhone 5, actualizarse o resistir
De esa manida pantalla de 4 pulgadas para el iPhone 5 faltará por comprobar si logran materializar ese aumento con Retina Display, cosa de la que estamos casi seguros que ocurrirá, ya que no se atreverá a quitar esa ventaja en su próximo teléfono, pues se ha convertido en un rasgo característico de la actual versión. Lo que no creemos que ocurra es un aumento de las dimensiones del terminal, así que veremos por fin una reducción del marco de la pantalla.También la tecnología NFC no debería faltar en este futuro iPhone 5. Es un sistema de control y pago que despegará este mismo año y sus rivales también están apostando por él. Un mejor procesador, como ha ocurrido con el iPad 2, sería otro de esos elementos lógicos que llegarían con este renovado teléfono de Apple, que apenas presentaría cambios en el diseño más allá de un supuesto regreso a la carcasa metálica en sustitución del actual cristal.